Como tuviésemos la misma guía de Helsinki, no sé la barbaridad que hubiese dicho aquí. Desde luego Tromso no es una ciudad turística. Destacaría su puerto con sus casitas de madera y la vista de pájaro de la ciudad desde el monte Storsteinen que se puede alcanzar fácilmente mediante un teleférico. 
La Eismeerkathedrale o Catedral del Ártico, es quizás el monumento más notable de Tromso. Es un templo moderno, muy diferente a las catedrales que conocemos. Recuerda, en cierta manera, a la Ópera de Sidney por su forma triangular (esquina inferior derecha de la foto).
En el puerto, nos volvemos a encontrar con un "enorme" compañero de viaje: el Hurtigruten . Antiguamente, era el barco que recorría la zona repartiendo el correo pero hoy en día ha sabido adaptarse a los tiempos ofreciendo cruceros a lo largo de la costa. Otra buena idea para conocer esta parte del mundo.
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