El recorrido por Andén cero empieza con un video de 15 minutos sobre la historia del Metro, desde su primera línea hace casi un siglo, hasta las últimas y modernas líneas obra de los "topos".
Lo primero que choca es el blanco y luminoso color de sus azulejos, hoy sustituidos por los modernos y más funcionales paneles metálicos.
Pasadas las taquillas, hoy ya casi olvidadas en la moderna red, y tomando el tunel dirección a Cuatro Caminos se accede al pequeño andén, motivo por el cual la estación dejo de ser funcional para los nuevos y más largos convoyes.
Sin dudar, lo que más sorprende son las paredes azulejadas con anuncios de empresas que en su mayoría no han llegado a nuestros días. Es curioso ver números de teléfono de 4 dígitos, productos "purgantes ya desaparecidos, símbolo de la velocidad a la que avanzamos.
Finalizada la visita, la plaza es un buen lugar para tomarse una caña y disfrutar de la zona y porqué no, comer también en el restaurante del mismo nombre.
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