La embarcación, barco, yate o como lo queramos llamar la recogemos en Jarnac y desde ahí navegaremos en dirección a la desembocadura del río Charente.Gestionamos el viaje directamente con la empresa francesa CrownBlueLine, sin ningún problema dado que hablan incluso español aunque con varios meses de antelación. Tienen muy diversos barcos en función de las necesidades, en nuestro caso alquilamos el modelo Orion con capacidad para 8 personas. En cuanto a la ruta, el criterio fue sencillo: ruta bonita y fácil, que en el caso de canales esto se deriva proporcionalmente del número de esclusas, en la medida de lo posible automáticas.
Respecto a la logística, desde España ya cargamos gran parte de las provisiones para evitar las prisas de última hora aunque en Jarnac siempre cabe la posibilidad de realizar las últimas compras o bien parar en algún supermercado de camino. Más adelante existirá la posibilidad de atracar en el parking de un supermercado y llevar el carrito hasta le propio barco !!!
El cognac mejor dejarlo para más adelante.
El primer día es muy tranquilo y de adaptación al nuevo medio. Después de un "curso" de patrón de barco de unos 15 minutos y la segunda lección, "cómo pasar una esclusa", ya empieza la navegación. Las sensaciones del principiante son muy raras, especialmente comparadas con las que se pueden tener en otro tipo de vehículo. Por cierto, el "armador" proporciona un libro de ruta con completas explicaciones del recorrido: puntos de amarre, de agua, tiendas, etc.
Dado que se sale tras la comida y con pocas horas de luz, decidimos tirar millas y atracar un poco antes de Cognac junto a un parque de juegos y, casualmente, otro barco de "bandera" española. Primera cena en cubierta bajo la luz de las estrellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario