domingo, 3 de enero de 2010

Córdoba Día 1. Alcázar, Gastronomía

Casi cayendo de la cama y ya estamos en Córdoba. Los trenes rápidos, AVE o Altaria, son una maravilla. Permiten viajar cómodos y descansados a Córdoba en menos de dos horas.
Adicionalmente, para visitar Córdoba el coche no aporta mucho, sino todo lo contrario, con lo que el tren se convierte en el mejor medio para acercarse hasta la ciudad califal.

No hay que perder un minuto dado que domingo y lunes son días bastante malos por el cierre de museos y monumentos.
Y todo ayuda, en la misma estación central de tren existe una Oficina de Turismo, justo para pedir un plano de la ciudad. Plano, que por cierto está muy bien y utilizaré como referencia (números del final de la entrada) para apuntar las visitas de cada día. Ya de mano impresiona el número de puntos y monumentos recomendados en el plano, nada más y nada menos que !!! 103 !!!.

Pasado el Paseo de la Victoria desde el cual se accede al casco antiguo, y ya en pleno corazón de La Judería, la entrada por la calle Judíos resume parte de lo que espera en Córdoba:
  • su mezcla de culturas con la Sinagoga como representante de un rico pasado cultural
  • el cuidado blanco de casas y verdes patios de la Casa Andalusí
  • su oferta gastronómica con sus clásicas tabernas
  • y vaya, las obras que no puede faltar en todo viaje, en este caso en el Museo Taurino.
La mañana tiene un claro destino: el Alcázar de los Reyes Católicos (2) hogar de reyes donde Cristobal Colón consiguió permiso/financiación para el viaje, con posiblemente, más impacto de la historia de la Humanidad. Es un buen lugar para empezar a ubicarse en la ciudad con las vistas a ambos lados del río Guadalquivir desde sus torres . Pero sin lugar a dudas destaca su jardín, colorida mezcla del verde de setos, amarillo de sus limoneros y naranja de sus naranjos, todo un festival para la vista.

En el Puente Romano (3) y en dirección a la Torre de la Calahorra (4), no dejan de sorprender los molinos en medio del cauce, particularmente en estas fechas donde el río inunda todo. La exposición de la torre ofrece un primer acercamiento a la mezcla cultural que ha rodeado la historia de Córdoba, con unas magníficas vistas sobre el Guadalquivir.
Desafortunadamente más obras. En esta ocasión en la ribera del Gualdalquivir que no permiten aproximarse al Molino de la Albofalia (9) con su enorme rueda vertical.

Para la primera comida Bodegas Campos (C/ Lineros 32) recomendado por cualquiera que preguntes o foro sobre Córdoba. El restaurante en sí ya merece una visita.
Fácilmente por encima de 50 €/pax pero sólo por el salmorejo merece la pena. Como dice el anuncio, posiblemente el "mejor Salmorejo del mundo" y creo que no sólo lo digo yo. Nosotros no nos atrevimos pero al que le guste el rabo de toro, aquí tiene un buen punto de referencia.

Con todo ya cerrado es un buen momento para pasear tranquilamente por las calles de Córdoba, repletas de plazas que van apareciendo en el recorrido.
  • Plaza del Potro (32) con su pequeño potro y el famoso Museo de Julio de Torres, "pintor de la mujer española"
  • Plaza de la Corredera donde el nazareno, protagonista de la novela La Mano de Fátima, labró parte de su suerte. A su salida, otra muestra de la singularidad de esta ciudad: las columnas roma
  • o la Plaza de Fuenseca, con su particular historia que le da nombre
  • Y quizás destacaría la Plaza de Capuchinos, con su acceso por la Cuesta de Bailío y sus imágenes de Semana Santa . Llegamos a la hora justa para ver el Cristo de los Faroles con el cambio de luz natural a artificial.
Comienza a llover, tónica del viaje, y en el camino de vuelta al hotel "completamos visita" algunos de los puntos recomendados, como la casa natal de Manolete, símbolo de una ciudad marcada por la tradición del toreo.

Visitas del día (Plano)
2, 9, 3, 4, 10, 25, 27, 28, Bodegas Campos, 32, 31, 30, 29, 33, 45, 46, 47, 48, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 89, 90, 91, 92, 67, 69, 70, 53, 52, 51 55, 61

¡ 40 % de recorrido hoy !

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