Hoy la idea es visitar la costa de Goële y la de Granito Rosa. Peter nos había recomendado algunos pueblos y parajes, a los que sobre la marcha fuimos añadiendo otras paradas. Fueron tantas las paradas que hicimos este día, que al escribir esta entrada sólo unos días después tengo algunas dudas. Espero no equivocarme.
Antes de subir hacia la costa y tal como Peter nos recomendó, nos detenemos en Jugon Les Lacs localidad que se encuentra a sólo 5 minutos de su casa. Después de un corto paseo visitando su iglesia compramos algunos "víveres" para el día pues la idea era comer en alguna de las playas del día.
El recuerdo de las guerras sufridas por las gentes de esta región y el mar de sufrimiento dejado es visible en muchas de sus iglesias. Ver sus cementerios y memoriales hace aflorar sentimientos sobre esta terrible tragedia del siglo XX que esperemos no se vuelva a repetir.
Hacemos también alguna parada en las playas de la zona que nos recuerdan mucho a las playas de Asturias y Cantabria.
Es una abadía que se encuentra a escasos metros del mar (ver la foto de su web) y fue origen del camino de Santiago para muchos peregrinos (foto en la entrada inicial sobre este viaje).
La cercanía del mar, el verde paisaje que la rodea hacen de ella una parada especial.
Después de visitar Paimpol, del cual destacaría su bonito puerto, abandonamos la costa y nos dirigimos a Tréguier, donde otra vez tengo que destacar la arquitectura de las casas, especialmente en su plaza. Le dedicamos poco tiempo a pasear 15-20 minutos. Destacar otro cartel singular: el de la tienda de fotos.

Sorprenden las formas de las rocas y como la mano del ser humano ha sabido sacarles partido. Un magnífico ejemplo, se encuentra en el camino (10-15 minutos) que lleva desde el parking hasta la costa.
Seguimos bordeando la costa dejándonos guiar por los carteles de una ruta costera (no recuerdo el nombre) y olvidándonos de las indicaciones del GPS. No era ni la primera vez, ni sería la última que prescindimos del navegador pues haciendo turismo merece la pena "perderse" o seguir el camino más largo de vez en cuando. Vamos parando tranquilamente en pequeñas playas y parajes de belleza singular.
Con tiempo suficiente es un paseo gratificante entre Perros-Guirec y Ploumanac'h. Nosotros subimos hasta el faro Mean Ruz (primera foto de esta entrada) recorriendo una pequeña parte del sendero.
Se me olvidaba comentar la magnífica rehabilitación de este paisaje costero. En muchos puntos de la costa los senderos están acotados para evitar que se pise la flora del alrededor. Es otro de los puntos que deberíamos copiar aquí y no dejarnos llevar por la masificación y crecimiento sin control del turismo.
A pesar de que el reloj solar no marcaba las horas, siguiendo el consejo del famoso bolero cantado por Luis Miguel, el cansancio de la jornada ya podía con nosotros. Así, después de un breve paseo por el centro emprendimos camino hacia el hotel que estaba a más de 1 hora.
Comenzamos el viaje al sur de Bretaña, pasando por el centro de la región, apenas poblada. Durante el trayecto, subimos al alto de Roc Trévélez desde donde divisamos una espectacular vista de este paraje envuelto en un rojizo atardecer. En esta ruta también nos encontramos con Pleyben, donde se puede ver uno de los mejores calvarios de Bretaña.

Habitación más barata 110€ en temporada baja. El desayuno no merece la pena (14€ ) pues tampoco ofrece gran variedad.
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