Seguimos por la costa hasta Concarneau (foto de arriba). Justo al bajar del coche nos cae la primera y única tormenta del viaje. En este sentido no podemos tener queja del tiempo, frío como corresponde a la época pero sin lluvias.Ville Close, su parte histórica, parece una pequeña ciudad dentro de Concernau.
¿Te mareas en barco? Aquí tienes la oportunidad de probar el crucero más corto del mundo, sólo 2 minutos y creo que la mayor parte del tiempo es para amarrar.
En ella se encuentra el restaurante Le Moulin de Rosmadec uno de los pocos en Bretaña con una estrella Michelin que desde 35 € ofrece menús degustación. Como no, preferimos una tradicional y rápida creperie, "Le Talisman" a la salida de la ciudad, donde tomamos una crepés con la típica salchicha ahumada de la zona.
www.centre-arthurien.com
Finalmente seguimos dirección a Rochefort-En-Terre. Este ha sido uno de los pueblos que quizás destacaríamos del viaje. Antiguas casas convertidas en tiendas de artesanos, de las cuales me sorprendió la dedicada a la fabricación de fuelles para chimeneas. Un buen recuerdo con precios a partir de 50€. Paseando por ella te encuentras un antiguo lavadero que me recordó como no hace muchos años, en el pueblo de mis abuelos, las mujeres lavaban la ropa en estos lavaderos públicos. Los dos coincidimos que tiene más encanto Rochefort que Josselin, quizás nos hemos cansado de tantos castillos en el Valle del Loira.Los carteles de las tiendas me han sorprendido durante todo el viaje por su originalidad pero sin dudas destacaría los que hay en este pueblo. Muy curioso
Habíamos elegido Carnac para dormir por su cercanía a la costa pero creo que Vannes hubiese sido una mejor elección. Con lo que nos quedaban otros 32 K M hasta el hotel situado en esta localidad costera (que hicimos en más de media hora y de noche, se nos hizo interminable!!). Carnac destaca por los numerosos emplazamientos megalíticos, uno de los cuales nos encontramos al día siguiente en nuestra ruta de vuelta a Madrid pues lo habitual es que se encuentren en puntos de difícil acceso, salvo lógicamente los que se podrían ver en el Museé de Préhistoire. Dormimos en el Best Westner "Le Celtique". Encontramos una oferta muy buena por internet, alojamiento más desayuno 78 euros. Lo escogimos porque como fuimos tan apurados de tiempo a la hora de reservar, tampoco tuvimos oportunidad de seleccionar demasiado. No está mal, tiene tratamientos de talosoterapia y pisicina cubierta, pero os recomendamos mejor alguna opción más "rural". Nuestra primera opción se encontraba entre Vannes y Quimper, "Ty-Mat", en Penquesten, pero es lo que trae solucionar las cosas el último día.
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